Una de las últimas entradas de este blog estuvo dedicada a dos enormes leyendas, Tiger Woods y Sergio García. Aunque, por supuesto, hay mil razones para considerar a uno y a otro como tales, quisimos centrarnos en sus números. Así que puede resultar algo redundante, lo reconocemos, hablar de otro grande recurriendo a sus cifras. Pero lo que consigue, semana tras semana, Miguel Ángel Jiménez, merece ser destacado una y otra vez. Y no es tanto una cuestión de récords, que también, sino de momentos que nos regala a todos los amantes del golf.
Empecemos: el pasado sábado se convirtió en el primer jugador de la historia del Circuito Europeo con diez hoyos en uno a su nombre. Y poco faltó para que fueran 11.
¿Más momentos? Con su segundo puesto en el BMW PGA, Miguel Ángel Jiménez suma ya 20 segundos puestos en el European Tour. Y 21 triunfos. “Sobrehumano”, como lo calificaba David Durán, que tenía que recurrir a Jack Nicklaus para encontrar un equivalente.
Dedicamos uno de sus párrafos a quienes siguen pensando que la edad es, por definición, un obstáculo: “Desde que Miguel cumplió 45 años ha disputado 166 torneos en el circuito europeo, consiguiendo en este tiempo seis victorias, seis segundos puestos y un total de cuarenta apariciones en el top-ten. Esto es, desde que cumplió 45 años quedó primero o segundo en un 7,2 por ciento de las ocasiones, un punto por encima de la media de su carrera… Pasados los 45, nos pongamos como nos pongamos, las curvas de la energía, la fuerza, la precisión y hasta la motivación son descendentes. O deberían serlo”.
El pisha: mucho más que títulos
Por supuesto, los títulos son uno de los criterios más importantes a la hora de valorar la “grandeza” de un jugador. Pero no son el único: también están la clase, la elegancia, la pasión… el saber que este deporte, como cualquier otro, no sería nada sin aficionados. Cuando un jugador entiende eso, puede ser líder en cariño recibido aunque su tarjeta tenga algún golpe más.
Y quizás, lo mejor esté aún por venir. Ojalá veamos un triunfo de Miguel en el US Open, pero llegue o no, cuando hablamos del “mecánico” tenemos que mencionar una palabra: futuro. Primero, el suyo, porque a los 51 años está en plena forma. Y después, porque en otro de los múltiples gestos que le honran, también da nombre a un circuito Junior Challenge, que visitó nuestra ciudad, Marbella, y el que tuvimos el honor de ser sede.
Gracias por tanto, pisha.
P.D.: Os dejamos con un momento especial más.